Sentada a la mesa de un restaurante, una joven viuda trata de excusarse ante la camarera por no poder contener las lágrimas que brotan de sus ojos: «¡Disculpe, estoy en duelo!».
El hombre es un ser temporal, pero participa de la eternidad y es constantemente educado por ella. Los discursos reunidos en este volumen meditan sobre algunas de las principales enseñanzas que lo eterno…
Si fuéramos sinceros, reconoceríamos que la oración no es fácil ni gratificante; tampoco suele surgir en nosotros de forma espontánea y además la interrumpen a menudo nuestras distracciones y preocupaciones.
Ante la creciente pluralidad étnica y cultural de nuestra sociedad, la educación debe enseñar a: convivir y respetar, aprender y ofrecer. Apoyo a la formación de profesores en este sentido.