En los albores del siglo XXI, la eutanasia se ha impuesto en algunos países como una solución éticamente aceptable para poner fin a situaciones de gran sufrimiento.
Los hombres tenemos siempre la vida por hacer, los ciudadanos tenemos siempre la sociedad por configurar y los cristianos tenemos siempre nuestra fe por realizar.
Vivir es ½reconstruir construcciones+. En tal proceso, asistimos a una radical mutación en las maneras de ver, sentir, valorar y actuar, de las que deriva un nuevo estado de conciencia del ser humano.
En toda la historia de la Iglesia española seguramente no ha habido un misionero que haya predicado tanto como el padre Eduardo Rodríguez, sj. Su voz cascada y monótona ha sonado durante medio siglo por millares…
Como un caminante que se queda prendado en cada recodo del camino, Alejandro Fernández Barrajón nos regala, como un mosaico cotidiano, una serie de reflexiones desde la vida y para la esperanza, a modo de teselas, que no van a dejarnos indiferentes.
Inspirándose en un proverbio flamenco según el cual «el mundo es un carro de heno del que cada uno toma lo que puede», el Bosco pintó hacia 1516 un tríptico, que hoy podemos admirar en el Museo del Prado, en cuya tabla central aparece una escena cargada de violencia, con hombres y mujeres de diversas clases sociales luchando entre sí para apoderarse de una parte del heno transportado en un enorme carro, mientras algunos caen aplastados bajo sus ruedas.
Clara de Asís es una gran maestra de la vida cristiana, una de las pocas mujeres de la Edad Media de la que se han conservado escritos. Su propuesta ha recorrido los siglos y puede constituir, también hoy, el ejemplo de una espiritualidad viva y fecunda que integre de un modo más profundo la dimensión de lo femenino y la vivencia de hermandad entre hombres y mujeres. Esta obra analiza la espiritualidad clariana.
Transcurrió toda su vida en el pequeño convento de san Damián, en estricta clausura, en radical pobreza, en oración y contemplación de extraordinaria intensidad. Defendió hasta su muerte, con todas sus fuerzas, la pureza del ideal franciscano.