El Concilio Vaticano II, en su decreto sobre ecumenismo (Unitatis Redintegratio), singulariza la restauración de la unidad de todos los cristianos como una de sus principales preocupaciones.
El autor de este libro nos invita a dejarnos seducir por la extraordinaria personalidad de Jesús. María en el prólogo del libro nos dice que para el autor, el Evangelio ha sido, y es, su gran pasión.