Toda existencia humana es incompleta cuando no culmina en la vejez. Sin embargo, en una sociedad que idolatra al joven y lo juvenil, la vejez se ve con frecuencia como un castigo, como algo negativo de lo que avergonzarse y que ha de ser ocultado.
El lector podrá comprobar la profundidad y sencillez con la que el autor reflexiona y hace ver la actualidad del Sistema Preventivo tal como Don Bosco lo vivió y lo dejó en herencia a la Familia Salesiana.
Un libro que nos revela una espiritualidad de la enseñanza que es, verdaderamente, "pan para el camino". En sus páginas, nos invita a entender nuestra vocación de enseñar como una forma de eucaristía.