El grito de los excluidos Este libro es fruto del reconocimiento al magisterio de Julio Lois, que nos ha hecho mejores cristianos porque nos ha exigido
Durante siglos ha sido posible rastrear el ser de Dios siguiendo la historia de Jesús de Nazaret. Sin embargo, al estar nuestra época dominada por la «muerte de Dios» y el «fin de la religión», se ha vuelto problemático el pensamiento sobre Dios e incluso sobre el propio hombre.
El bautismo (y su prolongación en la confirmación) se corresponde con el argumento de nuestra condición humana, bendiciendo nuestro nacimiento y muerte,
La oportunidad de escribir esta obra se inscribe en la ola actual de interés por la edad media. A ello han contribuido los mejores y literariamente mejor dotados historiadores actuales, con sus best-sellers de moda.
«En un pequeño lugar móvil y fungible, en una porción de pan y en unas gotas de vino traspasados por la plegaria, reconocemos, adoramos y nos unimos los cristianos a Jesucristo que llega, anticipando su parusía final para conducir a la Esposa al futuro escatológico…
En una época de profunda y caótica dispersión espiritual, la razón humana, que antaño supo reivindicar su plena y legítima autonomía, ha preferido gastar sus mejores energías en la consecución de logros materiales.
En este libro-programa del P. de Lubac se pergilan los dos rasgos esenciales de la realidad católica: la dimensión `social` (la solidaridad universal como acontecimiento salvífico de la humanidad) y la dimensión `histórica…
A través de estos trece artículos dedicados a la exégesis y la teología, Schürmann esboza una cristología cuyo punto central es el cumplimiento perfecto de la voluntad de Dios que realiza Jesús en su vida y en su muerte.