Nosotras, Hijas de San Pablo, conocidas en todo el mundo como hermanas Paulinas, somos una congregación de mujeres consagradas.
Como apóstoles de Jesucristo en el mundo de la comunicación, nos sentimos enviadas a anunciar el Evangelio en todo el mundo y con todos los medios que el progreso y el ingenio humano pone en nuestras manos.
Nuestro nombre manifiesta una relación particular con el apóstol Pablo, nuestro modelo y referencia constante en la vida y en el desarrollo de la misión. Siguiendo sus pasos, queremos recorrer los caminos para que la Palabra de Dios pueda llegar hoy a todos.
Hemos sido fundadas en el año 1915 en Alba, provincia de Cuneo (Italia), por el beato Santiago Alberione. Al lado de él, una presencia muy significativa e importante para la fundación de la Congregación, fue la joven Teresa Merlo, que llega a ser la primera superiora general y “madre del instituto”.
Al anuncio del Evangelio dedicamos todas nuestras fuerzas, creatividad, energías, toda la vida, para que su lógica penetre en la cultura, las leyes, en la vida, en toda relación.
Vivir y comunicar a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, no es un slogan para nosotras, sino el núcleo esencial de un carisma, el paulino, que nos empuja a ser comunicación viviente de Jesucristo, con todos los medios y en todo el mundo.
Hoy estamos presentes en 52 naciones, con unas 240 comunidades.
Nuestro desafío
Inculturar el Evangelio en la actual y compleja cultura postmoderna de la comunicación, asumiendo cada lenguaje y permitiéndole llegar a todos los pueblos.
Nuestro estilo
Hablar de todo cristianamente. Nuestro “hablar” está hecho de palabra escrita y pronunciada; de imágenes creadas y reproducidas; de música, cantada y escrita; de todo aquello que siendo comunicación nos permite llegar a la persona, para formarla en sus dimensiones humanas, antes que cristianas.
Nuestro sueño
¡Que cada mujer y cada hombre en la tierra, dondequiera que vivan, en cualquier calle, autopista que frecuente, ya sea física o virtual, puedan sentirse alcanzados por Dios!
¡En esta extraordinaria aventura no estamos solas! Formamos parte de una gran familia pensada y querida por nuestro fundador para ser Pablo vivo hoy. Con la Sociedad de San Pablo, primer Instituto entre los diez que han sido fundados, compartimos la misma especificidad apostólica; siguen (después), las Hermanas Pías Discípulas del Divino Maestro, las hermanas de Jesús Buen Pastor (Pastorcitas), el Instituto Reina de los Apóstoles (hermanas Apostolinas); cuatro Institutos agregados: San Gabriel Arcángel, Jesús Sacerdote, María Santísima de la Anunciación, santa Familia; y la Asociación Cooperadores Paulinos. Todos juntos damos vida a la Familia Paulina.