Esta obra nos propone descubrir la bondad de un Dios rico en misericordia y amor. Un Dios que no quiere la condenación del hombre, sino su salvación. El autor nos invita a vivenciar un camino de fe, esperanza y amor en aquel Dios que comprende la debilidad humana y se hace uno con ella en la personad e Cristo Jesús. Al contemplar con admiración la bondad divina, que nos perdona con tanta grandeza, que repara nuestras faltas con su magnificencia, nos sentimos más íntimamente ligados a un Dios tan bueno y comprobamos que nuestro dolor se llena de amor. Entonces, se extienden bien esas palabras que son el mejor elogio de este libro: “nos inspira la decisión de no pecar más”.