Balduino, rey de los belgas, en sus sesenta y tres años de vida nunca tuvo las cosa fáciles. Tempranamente huérfano de madre, tiene que soportar en su infancia la ocupación de la Alemania nazi y el destierro. Las circunstancias políticas de su patria le obligaron a empezar a reinar apenas salido de la adolescencia.
Sin embargo cuando fallece inesperadamente en Motril (España) el 31 de julio de 1993 el pueblo belga unánime le llora, se siente huérfano. Había ganado su afecto con su dedicación total a su "vocación" de rey, ejercida con una serenidad y una coherencia impresionantes.
¿A qué se debió este éxito tan difícil en la vida de un político? Este libro procura desvelar un poco el secreto del rey. Un rey que supo amar a Dios, a su familia y a su pueblo.