Dios es y permanece siempre como Misterio Santo y se manifiesta al hombre como Presencia absoluta en la adoración, en acto permanente de DAR-SE-NOS. Semejante búsqueda del hombre por parte de Dios hace posible toda búsqueda de Dios por parte del hombre. Gracias a este DAR-SE-NOS del Misterio Santo, también nosotros vivimos en el dar-se-nos que permite acceder a la comunión con el otro y con el Otro.El libro va planeando de modo suave sobre lo esencial que hay en nosotros y, tú, querido lector, también puedes planear en tu ser esencial, que es ahí donde somos.Esta obra nos invita a profundizar en la comprensión de nuestra vida espiritual sin complejos ni añadidas y superficiales complicaciones. Como indican los autores, se trata de acoger el Absoluto que consiste en conocer desde el silencio y desde la primera a la última página nos muestran su interioridad personal a partir de experiencias que todos hemos tenido alguna vez. En definitiva, una obra repleta de sencillas y amigables sugerencias que nos ayudan a Dar-se-nos: al otro y sobre todo al Otro.