Meditar sobre las Bienaventuranzas significa emprender un camino de conversión radical, abriéndonos a una nueva mentalidad que desea, aprecia, busca e intenta poner en práctica aquellos valores de los que nuestra sociedad prescinde e incluso rechaza. Es un ascenso difícil que nadie podría culminar solo: Jesús, que nos mira con ternura, nos enseña, nos atrae hacia Él para darnos a conocer las realidades más profundas del Reino de Dios. La lectio que presentamos es un buen medio para iniciar este camino. Subamos pues con Jesús a la montaña para quedarnos en su presencia, ponernos a la escucha de su Palabra y comunicar luego al mundo la felicidad de este encuentro.