DIVINO AMOR HECHO CARNE (HOMO LEGENS)

Prólogo del Cardenal Robert Sarah.

En la Santa Eucaristía es donde con mayor plenitud y mejor conocemos el amor que Dios nos tiene. La Santa Eucaristía desvela la certeza sobre el amor de Dios por nosotros, y alimenta, dentro de nosotros, la libertad de amar como Dios ama. Si hemos perdido la profunda gratitud y el sentido de reverencia y ante el Sacrificio Eucarístico y la Presencia Real de Nuestro Señor Jesucristo en la Hostia consagrada, entonces no reconocemos la verdad que se halla ante nosotros.

Ciertamente, la Belleza ha de salvar al mundo, y en ningún otro campo esto está tan nítido como en el campo litúrgico. Por mi parte, sobre todo en calidad de Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, agradezco de corazón y con afecto fraterno al cardenal Burke por esta bellísima contribución al debate más importante y delicado de nuestro tiempo. A todos, les deseo una lectura fructífera de esta hermosa obra ofrecida a la Iglesia, que sitúa a la Eucaristía como fuente y culmen de la vida cristiana. «Aquí está», dijo San Juan Pablo II, «el tesoro de la Iglesia, el corazón del mundo, la prenda del fin al que todo hombre, aunque sea inconscientemente, aspira». No diré más acerca del libro, para dejar al lector que descubra todas sus virtudes, leyéndolo tranquilamente y meditando sobre su contenido.