Cuando todavía resuena el eco de los aniversarios de la muerte de Ignacio de Loyola y el nacimiento de sus dos primeros compañeros, Pedro Fabro y Francisco Javier, este libro viene a unir su memoria desde una triple perspectiva: la pasión por lo eclesial de Ignacio, la implicación en la Reforma protestante de Fabro y el entusiasmo misionero de Javier. En los tres se muestra, de distinta manera pero con un mismo fondo, este amor por la identidad propia de la Iglesia y en constante diálogo con el otro: el que vive en mi interior, el que piensa de manera diferente a la mía y el que vive lejos con otra forma de adorar a Dios. De esta manera, mística y misión en la Iglesia se configuran como elem entos centrales no sólo de la espiritualidad de la Compañía de Jesús, sino de toda experiencia cristiana.