La peregrinación a Tierra Santa es, para muchas personas, el viaje de su vida. En este libro se reconstruye la que llevó a cabo, durante los años 1963 y 1964, la sierva de Dios Carmen Hernández Barrera —coiniciadora junto a Kiko Argüello del Camino Neocatecumenal—, a través de sus propias palabras, notas, relatos, anécdotas y fotos.
La Iglesia nació en Jerusalén: «Seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra» (Hch 1,8); por tanto, la renovación de la propia Iglesia no puede venir sino de un retorno a las fuentes, incluyendo las de Jerusalén y Tierra Santa, porque, como reza el salmo, «en ella están todas nuestras fuentes» (Sal 87,7). Tagore, en un poema que fue muy leído y admirado por Carmen, dice: «Están rotas mis ataduras, pagadas mis deudas, mis puertas de par en par: me voy a todas partes».
Pues así, comenzando desde Jerusalén y Tierra Santa, Carmen se convirtió en testigo de la fe «hasta los mismos confines de la tierra». El lector encontrará en estas páginas el relato de su emocionante experiencia de peregrinación, del Líbano a Siria, cruzando desiertos exteriores e interiores, hasta llegar a Tierra Santa, al lago de Galilea, a la consolación de Jerusalén: «En Jerusalén seréis consolados» (Is 66,13). Un viaje, un itinerario que solo pretende convertirse en una ayuda para todo peregrino en su camino de fe hacia la meta, que no es otra que la Jerusalén celestial.
Francesco Giosuè Voltaggio, presbítero de la diócesis de Roma y ahora fidei donum en el Patriarcado de Jerusalén de los Latinos, vive desde hace veinte años en Tierra Santa, donde es rector del seminario Redemptoris Mater de Galilea, en el Monte de las Bienaventuranzas. Es profesor de Sagrada Escritura en el Studium Theologicum Galilaeae y autor de numerosas publicaciones. Ha tenido la gracia de tener a Carmen como madrina de bautismo y de conocerla desde la infancia.
Paolo Alfieri, presbítero del Patriarcado de Jerusalén de los Latinos, canonista, es misionero itinerante en Sudán. Se formó y vivió durante muchos años en Tierra Santa, siendo entre otras cosas vicerrector del Seminario Redemptoris Mater de Galilea, donde también fue profesor de árabe. Conoce a Carmen desde la infancia.