La Ética Profesional del Trabajo Social se expone aquí en sus tres dimensiones: la dimensión teleológica (los fines y bienes que el trabajador social busca proporcionar a la sociedad), la dimensión normativa (los principios y normas orientadoras de la actividad profesional en orden a alcanzar los objetivos pretendidos), y la dimensión pragmática con sus complejidades, posibles conflictos y ponderación de las consecuencias que pueden traer consigo las decisiones que se tomen en las situaciones que se presentan.