«En estas páginas de Don Giussani, Cristo no es nunca contenido de un pensamiento 'espiritual' abstracto, sino una presencia real que se impone y mueve al yo en los más hondo»
«¿Qué hay más deseable que esta familiaridad con Cristo, que responde a la profundidad del deseo infinito de cada hombre y nos pone en las mejores condiciones para entrar en la realidad?»
(Del prólogo de Julián Carrón)