Julio Chevalier (Francia, 1824-1907) es el fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón y de toda una familia de religiosos y laicos extendidos en más de 40 países. Para él todo ser creado es una "palabra de amor de Dios", desde el átomo hasta el Corazón de Jesús. ¿Queremos conocer «la anchura y la longitud, la altura y la profundidad» (Ef. 3.18) del Corazón de Dios? En ese caso debemos tomar el camino de Chevalier. Tenemos que ir con él, paso a paso, partiendo de la más minúscula de las creaturas de Dios (el átomo) a la más sublime (el Corazón traspasado de Jesús). Debemos pasar revista a todas, escuchar la palabra que nos dice de Él cada creatura y, a cada nuevo descubrimiento, detenernos a orar, a meditar y a dar gracias. Cada nueva revelación nos descubre un poco más el «Corazón» que Dios nos quiere mostrar. La plegaria de Chevalier es un «recorrido», una «exploración» cuyo sentido no aparece a plena luz hasta que lo alumbra el sol del Corazón traspasado en el Calvario. Éste es el recorrido que vamos a seguir.