Vivir, en lugar de ser vivido. De eso se trata. Ya que el que no pueda decir no, enfermará. Quien quiera responder siempre a todas las expectativas, pronto notará con dolor sus límites. Ya sea en la pareja, en la profesión, en la educación; para todas las relaciones se aplica que es importante poder delimitarse. Muchos viven más allá de sus propios límites.
Anselm Grun y María Robben lo experimentaron en reiteradas oportunidades a través del acompañamiento, y también lo atestiguan al hacer referencia a historias de sabiduría de la Biblia y otros relatos: Para que el encuentro resulte, es necesario un buen equilibrio entre la protección y la propia apertura, entre la delimitación y la entrega.