MIS OJOS HAN VISTO AL SALVADOR #2
Nos vamos a incorporar a la escuela de los grandes buscadores de Dios, para realizar una lectio con la que podamos “ver a Dios” no sólo con la mente, sino con todo nuestro ser, incluso con nuestros ojos físicos.
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Nos vamos a incorporar a la escuela de los grandes buscadores de Dios, para realizar una lectio con la que podamos “ver a Dios” no sólo con la mente, sino con todo nuestro ser, incluso con nuestros ojos físicos. Lo veremos si como Zacarías, Isabel, María, José, Simeón, Ana, los pastores y los Magos tenemos un corazón como el de un niño pequeño, humilde y dócil al Espíritu Santo, que nos conduce de asombro en asombro allí donde todo es alegría. Jesús ha venido para revelarnos este dulce y profundo misterio. Mediante el sacramento de su humanidad, Él nos conduce al Padre para poder contemplarlo, ahora en la nube luminosa de la fe y después en el pleno esplendor de la gloria.