Entre las obras clásicas de San Agustín se encuentran los 124 Tratados sobre el Evangelio de San Juan, diálogos vivos que mantuvo con sus fieles de Hipona al correr del año 416. Aquellas homilías, recogidas por el estenógrafo, y revisadas por el mismo Agustín, son las que ahora se nos ofrecen vertidas a nuestro idioma. El genio del santo se pliega maravillosamente al del Apóstol del amor. Su mirada se dilata y amplia para regalarnos sus mejores y más abarcadoras visiones del mundo, de la Iglesia como unidad y cuerpo místico de Cristo, de los sacramentos, del amor y de la caridad cristiana.