No podemos detener ni retrasar el reloj biológico. Vamos entrando en años y cuando empezamos a tomar conciencia de que estamos vivos, de que la vida merece la pena, nos sentimos cansados y empezamos a pensar que los buenos tiempos han quedado atrás.Algunos amigos o familiares van desapareciendo y surgen las primeras señales del declive.
Pero aún nos quedan muchos años de vida, y en ocasiones no sabemos qué hacer con ellos. Dicen que es la crisis de los 40, que pronto pasará. Pero más bien es el inicio de una etapa de la vida que nos sorprende desarmados. Pensábamos que esto nunca nos iba a llegar, pero aquí estamos, y una vocecita interior nos dice: Esto va en serio.