En este rosario, el padre Jamut nos invita a la oración personal y comunitaria, acompañando las apariciones de nuestra Señora de Fátima a los tres pastorcitos y meditando fragmentos de sus mensajes. Al recorrerlo, nos propone hacer nuestra propia peregrinación espiritual, dejándonos abrazar por la Virgen santísima, para así también abrazar a nuestros hermanos, en especial a aquellos que Dios ha puesto a nuestro lado.