La escuela vive hoy inmersa en un tiempo de vértigo y de cambio. Pero existen determinadas preguntas que no debieran abandonarse nunca: ¿En qué consiste ser profesor? ¿cuál es su perfil? ¿cómo concibe el mundo un docente y cómo se relaciona con él? ¿por qué se siente llamado a educar? ¿para qué educa? ¿cómo debería hacerlo? ¿se diferencia en algo de otros profesionales?
La pequeña-gran revolución que necesita la escuela nace hoy de las aulas y de los claustros; está dentro de cada profesor o profesora que asume su responsabilidad de hacer posible el cambio creyendo con pasión en su tarea y en sus alumnos y alumnas.