La eternidad de las cosas no deja de sufrir modificaciones importantes. Tanto como el amor, la muerte o la sociedad, la política sufre constantemente de cambios y si bien perdura de edad en edad, no deja de transfigurarse. Todo el trabajo que se elabora en este ensayo desde la investigación llevada a cabo en "La violencia totalitaria", llama la atención a la Potencia contra el Poder. En función de lo que ahí se esbozó se continúa en esta ocasión a reflexionar alrededor de la cuestión informal de la vida social. Este trabajo tiene la ambición y la pretensión de plantear una postura más prospectiva. Sea la Potencia, el poderío, la socialidad, la centralidad subterránea, todas ellas no són más que términos distintos para marcar una misma realidad: el substrato de la existencia. Es a partir de este substrato, de este manto freático que se elabora la construcción social de lo político. Un libro que nos marca el "utopos" (el no lugar)tiene también refugio "en el lugar": en aquello perceptible por todos, por la lógica del sentido común, que no siempre tiende a ser el común de todos los sentidos.