UN HOMBRE BAJABA DE JERUSALEN A JERICO #137
Como el hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó, también nosotros somos, todos, caminantes.
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Como el hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó, también nosotros somos, todos, caminantes. Tal vez con un itinerario, una meta y muchos objetivos que aparecen claramente en el corazón. Pero con frecuencia nos topamos con alguien a lo largo del camino... ¿y qué hacemos entonces? Podemos dejarnos llevar por la prisa o abandonarnos al miedo, como el sacerdote y el levita de la parábola, o bien tomar la decisión de pararnos, guiados por la conciencia de que aquel con quien nos encontramos no es solo alguien que tiene necesidad de nosotros, sino que, de igual modo, también nosotros tenemos necesidad de él.