El 22 de diciembre de 2016 los grupos militares ocupante del este de la ciudad de Alepo depusieron las armas, considerándose como «ciudad segura» tras más de cuatro años de cruentos enfrentamientos entre el ejército y las milicias armadas.
Esta obra narra lo acontecido a lo largo de los últimos dos años de conflicto en la segunda ciudad más relevante de Siria a través de la mirada del padre Ibrahim Alsabagh, fraile franciscano y párroco de la iglesia latina de San Francisco en Alepo, quien a finales de 2014 retornó a su país para poder estar con su gente. A través de sus escuetas notas, sus relatos, sus pensamientos incisivas --latidos de vida, gemidos y gritos que se tornan oración-- se explica cómo se vive en Alepo la tragedia de la guerra, pero además cómo se alimenta la esperanza en un futuro y se encuentra sentido a la existencia (y la muerte) en una situación en la que la violencia y tienen la última palabra.
«Nos mandan la muerte y nosotros les devolvemos la vida. Nos lanzan el odio y nosotros ofrecemos a cambio el amor a través de esa caridad que se manifiesta en el perdón y en la oración por su conversión».