La síntesis entre las ciencias humanas y la reflexión teológica nacida del concilio Vaticano II, la conjunción de la antropología y la psicología con la rica tradición espiritual cristiana ha supuesto una auténtica revolución en el campo de las vocaciones.
Durante los últimos decenios la Iglesia ha recorrido un camino muy complejo, en el que han surgido grandes esperanzas y tremendas desilusiones. Sin embargo, nada ha arraigado tan firmemente en ella como la convicción de que la vida religiosa necesita renovarse desde la profundización en el propio.
Amedeo Cencini es sacerdote canosiano, licenciado en Ciencias de la Educación de la Universidad Salesiana y doctor en Psicología de la Universidad Gregoriana. También es profesor de Pastoral vocacional en la Universidad Salesiana, y consultor de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.