El estrecho vínculo que une al sacerdote con su comunidad constituye una de las experiencias más profundas y comprometidas desde el punto de vista humano y espiritual. El cardenal Carlo Maria Martini, a lo largo de su ministerio episcopal, ha escrito páginas muy significativas sobre este tema, que constituye un don para el sacerdote y una exigencia de renovación constante. Aborda los más diversos temas relacionados con esta cuestión: desde la predicación a la dirección espiritual, desde la misión de presidir la celebración de la eucaristía y el sacramento de la reconciliación a los valores de la fraternidad, la caridad y la búsqueda de la unidad.
El sacerdote, en el momento en el que le es confiada una comunidad, se ve llamado a una constante conversión y a asumir realidades siempre nuevas y cambiantes. Por eso podemos preguntarnos: ¿A qué tipo de conversiones se ve urgido el párroco? ¿Qué implica su misión de presidir la celebración de los sacramentos? ¿Qué significa promover el gozo y la vida plena de los fieles?