Inspirado por las ideas de la conferencia de Aparecida, Galli nos presenta una propuesta para una nueva pastoral urbana, ya que cada vez más personas viven en las megalópolis del mundo. La afirmación «Dios vive en la ciudad» procede del Documento Conclusivo de Aparecida (A 514).
El Papa interpela hondamente a creyentes y no creyentes, provocando alegría porque sus palabras y su vida son buena noticia, expresión actualizada del evangelio de nuestro Señor Jesucristo.