No todo se puede decir. No todo se puede representar. Quizás el desgaste semántico que notamos alrededor de la palabra Dios tiene que ver con la insaciabilidad del lenguaje, que ha intentado decir demasiado…
Esta obra colaborativa, publicada con motivo del 65.ºcumpleaños del teólogo George Augustin, reúne diferentes perspectivas para revitalizar la experiencia personal y comunitaria de la fe.
Al disponerse a afrontar un texto complejo y muy rico en contenido, que no obstante su dificultad, atrae la atención y suscita la curiosidad, ¿Quién no agradecería ser acompañado en ésta lectura por un buen guía?
Desde la primera sonrisa de Dios en el jardín de Edén a la sonrisa definitiva en la nueva Jerusalén, la lectura de la Segunda Escritura nos descubre que Dios no puede dejar de hablarnos siempre con la sonrisa de un padre que guía y anima a sus hijos, con el rostro sereno de un amigo que habla a sus amigos, con la gozosa ternura de una madre que estrecha a su hijo con su mejilla.
Durante siglos ha sido posible rastrear el ser de Dios siguiendo la historia de Jesús de Nazaret. Sin embargo, al estar nuestra época dominada por la «muerte de Dios» y el «fin de la religión», se ha vuelto problemático el pensamiento sobre Dios e incluso sobre el propio hombre.