Literatura

El profesor Celíades Montorio -soltero, sesenta y siete años- aparece asesinado en un palacio del casco viejo de Zaragoza, con un compás clavado en el ojo izquierdo.

En el año 45 d.C. el magistrado Teófilo es enviado a la región de Judea para investigar las extrañas circunstancias que rodearon la muerte del rey Herodes Agripa.

La figura del padre Arrupe, lejos de quedar arrumbada en el olvido, se ha ido haciendo más presente en muchos con el paso del tiempo.

Francisco de Javier, fue un intrépido y valiente jesuita misionero que estableció el primer esbozo de diálogo entre Oriente y Occidente en el siglo XVI. Esta novela de Pedro Miguel Lamet, escrita con rigor histórico y amenidad, narra cómo vivió su inquebrantable fe y cómo transcurrieron sus aventuras en India, Indonesia y Japón hasta su muerte en Sancián a las puertas de China, siempre acompañado por el judío converso João Mendes. A pesar de las adversidades, tempestades, piratas y climas difíciles, Francisco se mantuvo fiel a sus ideales y se convirtió en un pionero cronista del lejano Oriente a través de sus cartas, leídas ávidamente en Europa.

 

Un relato que aporta un retrato vívido del complejo mundo del siglo XVI y la relevancia de su ejemplo en tiempos de descubrimientos, cambios culturales y corrupción.

El libro que el lector tiene en sus manos no es un comentario exegético, ni un ensayo más, ni un relato de ficción, ni un tratado espiritual sobre el evangelio de san Juan, aunque pueda llegar a contener algo de todo eso.

A través de la mirada de su amigo Pedro de Ribadeneira —uno de los hombres que más trató y mejor conoció al fundador de los jesuitas y su primer biógrafo—, se va desgranando la peripecia vital…

Este libro recopila todos los microrrelatos presentados a concurso durante el primer estado de alarma decretado en España con motivo de la pandemia del coronavirus. Las composiciones fotográficas de sor Isaura acompañan …

Este Monasterio Trapense de Gethsemaní, que tiene un siglo de antigüedad, es como dos manos venosas y trbajando que sostuvieran una Patena en la que descansara la Hostia de la Humanidad.

En los tiempos de la tardía República Romana, caracterizadospor graves crisis internas, florecieron como en un invernadero y en rápida sucesión