El autor nos ofrece un nuevo libro donde el lector podrá comprobar cómo se oxigena su alma al filo de una lectura llena de imágenes y de referencias al Evangelio.
Thomas Merton amó la vida con la pasión de un poeta romántico. A la edad de ventiséis años eligió ser monje trapense y empezó a perseguir su última y permanente pasión.
Mucho más que un libro reservado a los especialistas en Teresa de Jesús, Dios en la acción está destinado a todos los cristianos que deseen profundizar en el vínculo existente entre vida de oración y compromiso.
Las páginas de este libro, en el que las autoras van desgranando sus reflexiones sobre las Bienaventuranzas, nos ayudan a verlas como una realidad viva experimentable en la propia conducta, aunque, a veces, tengamos la tentación de pensar que pertenecen al mundo irreal de las utopías o que son una meta inasequible.
Escribir sobre Dios es un ambicioso proyecto. ¿Quién es Dios? Esta pregunta, presente desde siempre en la mente y el corazón de los hombres y mujeres, jamás ha sido resuelta.
Del discernimiento se puede hablar mucho y en teoría, pero lo que esta obra ofrece de novedoso está contenido en su subtítulo: Necesidad, claves y ejercicio del discernimiento personal y comunitario.
Nos preguntamos a menudo por el sentido de la vida, y respondemos con largas citas y profundas reflexiones. Una partida de dominó egipcio con compañeros desconocidos en un aeropuerto lejano, permite intuir que la vida se compone de sucesos consecutivos,
No deja de sorprender que un simple monje eremita, cuya vida transcurrió en el siglo VII a orillas del Golfo Pérsico, haya legado a las generaciones posteriores una enseñanza que sigue siendo viva y extraordinariamente elocuente.
Por fin nos llega la primera edición en castellano de toda la producción intelectual de esta gran figura de nuestro tiempo: judía, filósofa, profesora, escritora, seglar convertida, monja carmelita, mártir del nazismo y santa. Supone todo un acontecimiento bibliográfico que ha sido posible por la conjunción de una serie de especialistas y traductores filósofos, teólogos y espirituales, más el decisivo apoyo de tres editoriales del Caramelo español.